Después de casi 2 meses de estar engranado jugando con ingress debo confesar que estoy bien prendido con el juego, desgraciadamente descubro esto posterior al robo de mi bicicleta, ahora estoy restringido a moverme por la ciudad en las salidas en el carro, Ingress es un generador de dopamina como hace mucho no encontraba en un juego... el ultimo que me llegó a prender de esa manera es el ya bastante maduro Halo 2.
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